jueves, 29 de abril de 2010


Reseñas
por Lucho Bordegaray.

Nueve

El terror y el suspenso, así como tienen su caldo de cultivo en el cine, son muy resistentes a desarrollarse en el teatro. Pero cuando logran vivir en un escenario se transforman –como todo lo excepcional– en un hecho disfrutable. Así sucede con Nueve, escrita y dirigida por Lisandro Colaberardino, quien además supo potenciar los efectos inquietantes de aquellos géneros contrastándolos con un clima de humor absurdo que está siempre al acecho y redunda en un buen ritmo.
Un novel matrimonio llega a su nuevo departamento. La vida les sonríe, y al poco tiempo ella se embaraza pero también comienza a notar cosas extrañas. O tal vez las imagina, como argumenta su esposo para tranquilizarla. Sí: en la trama hay claras y tempranas evidencias que la asocian con El bebé de Rosemary, aunque aquí no estamos en un piso frente al Central Park sino en algún barrio de Buenos Aires, y el diabólico vecindario se reduce a una señora y su hijito.
El vestuario, de Robinson Oberti, nos instala a mediados del siglo XX, pero algunos objetos nos devuelven a los recientes años, lo que parece resultar en un futurismo retro con toques glamorosos. Las buenas –y muchas veces al límite– actuaciones de Juan Barberini, Rocío Rodríguez Presedo, Sandra Rennis y Sebastián Duar-te completan las virtudes de esta propuesta.

La Tertulia. Gallo 826. Vie. 21 hs.

www.revistallegas.com.ar
http://revistallegas.com.ar/abril10/notateatro3.html

Nueve, De Lisandro Colaberardino

por Nico Pose

No hay muchas obras de terror en la cartelera actual. Es difícil decir que las obras de terror abunden, por lo general solemos encontrar más obras dramáticas y los subgéneros que se desprenden de ellas. Nueve es una buena noticia para los amantes del género, porque sin sangre y con mucho suspenso genera escalofríos. La historia es sencilla: recién casados Ema y Adrián se mudan a un piso para comenzar su vida matrimonial. Ambos están felices y todo parece marchar bien, hasta que una vecina-que tiene un hijo discapacitado-se entromete en la vida de la pareja. La casa comenzará a emitir ruidos extraños, y la vecina tratará de calmar a la chica que se queda sola mientras su novio trabaja. Una mala energía hará que la pareja comience a decaer cuando la chica está embarazada y empieza con toda clase de paranoias, desde las pastillas que le recomienda su vecina hasta los médicos que la atienden durante el embarazo.

Ambientada en los años 60, la obra homenajea explícitamente al El Bebé de Rosemary de Polanski, y para quiénes hayan visto el film, no se llevarán grandes sorpresas con respecto a la historia de la obra. Sin embargo, la música merece una mención aparte, porque es la que provee todo el efecto de nerviosismo y tensión, desde que la obra comienza hasta que termina. Se puede decir que la musicalización es excelente, y además, Nueve, se mueve como un film, ya que está organizada en base a pequeñas escenas, y su ritmo narrativo es más el de las películas que el de las obras de teatro. Es por esto que la obra trabaja con los guiños clásicos del cine de de terror.

Nueve sin tener una historia original, experimenta más con los efectos que puede producirle al espectador que con los matices del género de suspenso y de terror. Con actuaciones sobrias, una gran fotografía-hay que remarcarlo-, y una adecuada escenografía, junto a los excelentes efectos de sonido, la obra transcurre con el suspenso necesario para generar alteraciones sorpresivas- gritos, extraños ruidos, caras con sonrisas endemoniadas, paranoias violentas y escenas típicas del género -en su densa marcha.

www.revistasiamesa.com.ar
http://www.revistasiamesa.com.ar/2010/04/nueve-de-lisandro-colaberardino.html

Nueve, el lugar de una pesadilla

Por: Sandra Gallego (colaboradora)
sandrina.criticunder@ymail.com

Calificación: ★★★

Con olor a viejo comienza la historia. Ema y Adrián, una joven pareja de recién casados con la ilusión-real de la casa, el trabajo ideal y subsistencia holgada llevan tras el deseo sin escrúpulos, el hecho de todos sus anhelos. Adrián esconde el secreto de su éxito, Ema quien conlleva un alo de maldad ignora cuanto más dañina puede ser la actitud de su esposo en pos de una vida digna. Ambos se ven invadidos en su nueva casa por Mirna la reciente vecina y su hijo Cesar (discapacitado), a quien solo se muestra como la decadencia de la forma y un objeto para el cinismo de los personajes (patético, misión cumplida) los que corrompen la cotidianeidad del matrimonio. La búsqueda del embarazo y entrega del hijo, como finalidad de un pacto demoníaco que subyace en el vínculo entre Adrián y Mirna, se encuentra conflictuado con el descubrimiento y en tanto negación de Ema en entregar a su pequeño a las intenciones malignas por la que estos la requieren. La subrealidad está sujeta a sonidos (o música original de la puesta) e iluminación que crean espacios esporádicos en diferentes ambientes de la casa y por supuesto las actuaciones muy bien contenidas en estratos emocionales límites de la historia. La estenografía, vestuario y música se ven embebidas en las deposiciones temporales que estos representan por la contrapuesta entre la decoración chick, una notebook y charleston (música, con pequeña demostración de baile). La obra sostiene una idea alegórica del best seller "El bebe de Ros Mary" que sortea una suerte de versión en "9", el lugar de la pesadilla.

Funciones: Viernes - 21:00 hs

www.criticunder.blogspot.com
http://criticunder.blogspot.com/search?q=nueve